Vía Ferrata Cala del Molí

Hola!!!

Por fin, el pasado sábado 13 pude ir a hacer la reabierta vía ferrata de Cala del Molí en Sant Feliu de Guixols.

En esta ocasión fui con Fernando, al que había convencido de ir a hacerla ya que él estaría todo el fin de semana en Palamós, y como le pillaba cerca, así podía probar a realizar su primera vía ferrata.

El sábado por la mañana me levanté temprano y me fui hacia Sant Feliu de Guixols. A eso de las 8:20 ya estaba por allí y aun no había mucha gente, pero conforme se acercaban las 9, hora a la que había quedado con Fernando, aquello se iba pareciendo más y más a Las Ramblas.

Al final llegó Fernando, nos pusimos el material, menos los guantes, ya que me los había olvidado en la otra mochila, y nos fuimos rápido hacia la vía, ya que justo iban a tirar un grupo de 20 personas y no queríamos tener que estar esperando todo el rato.

El acceso es inmediato, nada más pasar el cartel informativo, seguimos a la derecha y al momento nos encontramos con el cable de vida, que va descendiendo por un camino bastante resbaladizo por el que en algún momento tenemos que hacer alguna pequeña destrepada.

Conforme se va bajando ya nos podemos ir haciendo una idea de las increíbles vistas que esta ferrata, única en el mundo, nos ofrece.

Más tenso que cagar sin pestillo y aun no hemos empezado...

Ya en el inicio propiamente dicho, nos encontramos con varias grapas que nos llevarán en travesía, como prácticamente toda la vía, hasta un vértice que deberemos rodear. Cabe destacar que lo mejor de la vía es que va combinando tramos de grapas para pies y manos, con otros con solo grapas para las manos y otros con grapas solo para los pies, por lo que constantemente tienes que estar jugando con la roca y buscando agarres, cosa que la hace más entretenida.

Daban ganas de tirarse al agua

Poco a poco vamos avanzando hasta el primero de los puentes, un extraño puente hecho con un tronco y que podemos pasar de frente, como hice yo, o de lado, como hizo Fernando, esto ya va a la elección de cada uno, y que nos deja en una roca, a muy pocos metros del agua.

Desde la roca, avanzamos un par de metros, y nos encontramos con el segundo puente, en este caso un tibetano, que nos lleva a otro saliente.

Fernando: "Nota mental: Matar a David"

Ascendemos unos metros, rodeamos la arista, y seguimos en travesía. Desde aquí ya podemos ver el segundo tramo, con su pequeño desplomado.

Vista del desplome

Seguimos el flanqueo hasta otro puente, en esta ocasión un nepalí muy cortito, que nos devuelve a la pared del principio, pero por el otro lado.

Continuamos hasta una grieta en la que hemos de realizar un cambio de pared muy divertido, donde Fernando se lo pensó dos veces antes de atreverse a realizar el paso.

Ahora ascendemos un poco y seguimos hacia la derecha hasta otro cambio de pared.

A continuación nos encontramos con un pequeño tramo sin grapas pero con muy buenos agarres.

Seguimos en travesía hasta un nuevo cambio de pared. Aquí Fernando ya le empieza a coger el truquillo para realizar el cambio.

Continuamos flanqueando, pero esta vez con algún tramo en diagonal descendente.

Conforme avanzamos nos vamos acercando más al cuarto puente, el más largo, yo diría que de entre 15-20 metros, para mi gusto el mejor de todos, ya que vas viendo y escuchando justo debajo de ti como las olas van rompiendo contra las rocas, todo y que el mar estaba muy calmado y con unas aguas totalmente cristalinas.

Justo después del puente, ascendemos de nuevo y ya llegamos al final del primer tramo, donde se encuentra el escape.

Como había mucha gente parada en el desplomado y por detrás, el grupo de 20 personas iba un poco lejos, decidimos parar un momento.

Después del descanso, seguimos en travesía a la derecha, esta vez con menos grapas, donde tendremos que ir parando, ya que hay bastante gente en el desplomado. Menos mal que han ido poniendo varias chapas de escalada para poder anclarse con la tercera baga.

Desde aquí podemos observar el gentío que viene por detrás. En un momento contamos unas 30 personas solo en el tramo del principio.

Gentío haciendo la ferrata

Ahora llega la prueba de fuego para Fernando, el desplomado. Se trata de un desplome de unos 3-4 metros, muy suave y muy bien protegido, por lo que un principiante no debería tener ningún problema para pasarlo.

A darle caña al desplomado!!!

Seguimos flanqueando por una zona bastante bonita en la que los agarres son muy buenos.

Fernando: "¿Pero esto nunca se acaba?"

Llegamos a una arista que bordearemos para continuar en flanqueo hasta otra arista.

Ya nos vamos acercando al último de los puentes, donde me quedé sin batería, para variar, y donde se puede observar la variante deportiva que están preparando y que espero poder hacer en cuanto la abran.

Cruzamos el puente y seguimos en travesía hasta la arista, la bordeamos, y seguimos avanzando hasta un nuevo cambio de pared que nos lleva una zona que subiremos verticalmente por grapas, y de aquí a la última travesía, protegida por grapas para los pies y una cadena para las manos de unos 8 metros. Esta parte se puede hacer sin cogerse a la cadena en ningún momento, ya que hay muy buenas presas para las manos.

Seguimos avanzando hasta que llegamos al final del cable de vida. Ahora solo tenemos que seguir el camino que baja un poco a la derecha, pero que enseguida coge dirección a la izquierda y empieza a subir fuerte hasta dejarnos en el camino de acceso.

La verdad es que ha sido una vía muy entretenida y diferente que seguro repetiré, pero algún día por la tarde, entre semana, que no esté tan masificada y se pueda disfrutar más.

Fernando ha respondido muy bien, algo cansado, pero es normal, ya que ha sido su primera vía ferrata y hemos estado prácticamente 2 horas para hacerla.

Desde aquí nos acercamos un momento al pueblo a tomarnos unos refrescos en una terracita, que bien que nos lo habíamos ganado.

Saludos!!!