lunes, 3 de octubre de 2016

Ascensión al Tuc de Molières


El Tuc de Molières, con sus 3.010 metros de altura, además de ser la cima más alta de la comarca de la Vall d'Aran, toda su cresta hace de divisoria entre Catalunya y Aragón de Norte a Sur.

Siendo el 3.000 más oriental del Macizo de La Maladeta, al Oeste encontramos el Valle de La Escaleta, con unas impresionantes vistas del Aneto, y al Este la Vall de Molières, donde nace el río Noguera Ribagorçana.

Sus dos ascensos clásicos son por el lado aragonés, desde la Besurta, y por el lado catalán, desde la boca Sur del Túnel de Vielha, opción que escogimos nosotros por proximidad.

En esta ocasión no iría solo, me acompañarían Fernando y Joan, un compañero del trabajo de Fernando.

Al pillarnos a casi 4 horas de coche decidimos realizar la ascensión en dos días, pernoctando en el Refugio de Molières.

El sábado sobre las 8 me pasó a recoger Fernando por casa y nos dirijimos a Barcelona a buscar a Joan, para luego ir ya directamente hasta la boca Sur del Túnel de Vielha.

Sobre las 12 llegamos al túnel, lugar donde se encuentra el Refugio Hospiatu de Vielha, a 1.619 metros de altura, y tras hacer las fotos de rigor de inicio de ruta nos colocamos las mochilas y nos pusimos en marcha.

Tuc de Contesa 2.775 m

El Tuc de Molères nos vigila desde el principio


Hospiatu de Vielha

Para empezar tenemos que tomar una pista que nos baja hasta el valle que forma el Noguera Ribagorçana, la Pleta de Molières.

Primero toca descender unos metros

A caminar toca!!!

La pista enseguida se transforma en un sendero muy evidente.


Curioso puente

Al cabo de poco nos metemos en un bosque de hayas muy frondoso que nos protege del potente sol del mediodía.


De golpe nos vemos envueltos por esta frondosa vegetación

Tras 1,8 Km nos encontramos con la primera cascada del día, el Saut de Molières, un bonito salto de agua donde ya empezamos a ver los primeros abetos.

Saut de Molières


En este punto nos encontramos con el primer repecho fuerte del día.

Tras superar el repecho el sendero se empieza a desdibujar por momentos ya que en algunas ocasiones pasa por algún caos de rocas por el que deberemos de seguir los hitos y los postes con marca amarilla que nos iremos encontrando.


El coche va quedando cada vez más lejos


Ahora vamos ascendiendo siempre de forma continuada y sin grandes desniveles a excepción de un par de repechos.

Aquí ya toca empezar a sudar

Al llevar ya unos 2,5 Km nos encontramos que el valle se estrecha al pasar por una pedrera, pudiendo observar una cascada a lo lejos, lugar donde decidimos realizar una parada para comer alguna cosa.

Poco a poco va cambiando el paisaje, se vuelve más alpino

A lo lejos se intuye la siguiente cascada

Que bien que sientan unas galletas cuando se está cansado

Seguimos avanzando hasta llegar a la base de una bonita cascada, el Gotèr de Molières.

Gotèr de Molières

Este salto de agua es precioso

En este punto encontraremos la primera trepada y zona algo expuesta del día, donde primero deberemos cruzar el cauce para ascender dejándolo a nuestra izquierda por una fuerte pendiente, para luego realizar un flanqueo algo expuesto que nos lleva hasta una pequeña trepada que no presenta ninguna dificultad.

Primer tramo "delicado" del día


En el deshielo ha de ser espectacular


Una vez superada la cascada enseguida nos veremos inmersos en una gran pedrera con grandes bloques por los que iremos ganando altura de forma progresiva pero suave.


Sin palabras...

Durante este ascenso superaremos la cota de los 2.000 metros mientras poco a poco vamos dejando atrás la zona de grandes bloques.

El valle se va cerrando por momentos


Llegando a los 2.100 metros nos encontramos con una gran pared que nos corta el paso y por la que cae otra cascada, en este punto nos tocará rodearla por nuestra derecha, acercándonos a una pedrera de roca rojiza por la que va ascendiendo un descompuesto sendero zigzagueando.

Aparecen cascadas y agua por todas partes

Durante el ascenso por esta zona nos encontramos con un curioso amigo que nos observaba, se trataba de una marmota, que desde la seguridad de su madriguera, a escasos 5 metros de nosotros, iba saliendo y entrando esperando que los pesados que la estaban mirando se fueran y la dejaran tranquila con sus quehaceres.

La curiosidad podía más que ella

Una vez dejamos a la marmota tranquila empieza lo más duro del día, la ascensión por el sendero que nos dejará a los pies del refugio.


El desnivel subido empieza a hacer mella

Pero con estas vistas merece la pena

Sabremos que nos acercamos cuando se suavice de forma considerable el desnivel y dejemos el sendero descompuesto por una llanura verde moteada por grandes bloques de granito y desde donde enseguida podremos observar el refugio.

Por fin vemos el refugio


Tras pocos minutos llegamos a la base del montículo donde se erige el refugio y donde ya solo nos quedará un pequeño pero duro repecho hasta llegar a este.

Y por fin, tras unas 3 horas y media llegamos al Refugi de Molières, a 2.390 metros de altura.

Refugi de Molières

Las vistas desde aquí del primero de los Estanhòts de Molières, el Tuc de Estanhets, los Besiberris y el Comaloforno son impresionantes.

Primero de los Estanhòts de Molières

Tuc de Estanhets, Besiberris y Comaloforno. Y en el fondo del valle el coche...

Ahora el Tuc de Molières ya se ve más cerca

El refugio está en un estado de conservación inmejorable, tiene capacidad para 18 personas, 2 por litera, e incluso dispone de luz gracias a las placas solares y baterías que le instalaron.

Interior del refugio muy bien cuidado

Al llegar ya había 4 personas en él, pero en el transcurso de la tarde fueron llegando más excursionistas hasta llegar a un total de 12 personas.

Una vez colocados en nuestras literas fuimos a por agua a una pequeña cascada que había después del lago y de la que caía un agua muy fresca y completamente transparente.

Ya de regreso nos preparamos algo para comer y unas infusiones, y justo después de contemplar un rato la majestuosidad de las montañas Joan y yo hicimos una pequeña siesta mientras Fernando se iba a investigar un poco la zona.

Sobre las 8 de la tarde, y al ver que se empezaba a llenar el refugio, decidimos ir cenando nosotros para no saturar la mesa y así poder irnos a dormir pronto para estar descansados para el día siguiente.

Ya al día siguiente, a eso de las 7 sonaron los despertadores, desayunamos y nos empezamos a preparar para hacer el ataque a cima.

Siendo previsores Fernando y yo nos llevamos las pequeñas mochilas del camelbag para llevar la menor cantidad de peso, dejando el resto en el refugio.

Sobre las 7:40 somos los primeros que iniciamos la marcha.


Hacia allí vamos!!!

Por vistas como estas vale la pena cualquier esfuerzo

El primer tramo discurre por encima de los Estanhòts de Molières mientras vamos ganando altura poco a poco.


Esta zona es de las más bonitas de la ruta, ya que van apareciendo uno tras otro los 4 lagos que los componen mientras vamos alternando sendero, con zonas de bloques y pedreras, haciendo muy distraído el trayecto mientras ganamos cota sin prisa pero sin pausa.

Los rojizos rallos del sol del amanecer pintan las rocas

Tercero y más grande de los Estanhòts de Molières


Al llegar al cuarto lago nos encontraremos con una alta pared por la que se intuye que en el deshielo caerá una bonita cascada.

El cielo se va cerrando poco a poco

Aquí tocará realizar un busco giro a la derecha para ir a buscar una canal por la que en fuerte sendero, teniendo que ayudarnos de las manos en alguna ocasión, nos llevará hasta un pequeño rellano, dejándonos ya a 2.545 metros de altura.

Cada vez estamos más altos

A partir de aquí empieza la verdadera ascensión, ya que iremos ganando altura muy rápidamente por un impresionante caos de rocas que forma la pedrera sobre la que se alza el Tuc de Molières.



Aquí encontraremos bloques de todos los tamaños, desde pequeñas rocas poco más grandes que un balón a inmensos bloques del tamaño de un coche, por los que tendremos que ir siguiendo la inmensa cantidad de hitos y que marcan diferentes caminos, por lo que ir pasando de una ruta a otra no es nada raro.

Por este inmenso mar de rocas se hace complicado caminar


En las zonas donde aparecen desnudas grandes losas de granito se pueden observar las marcas de la erosión del ya extinto glaciar que moldeó toda la Vall de Molières.

Aquí los bloques tienen un tamaño considerable

Tras seguir un rato los hitos llegaremos a una zona donde la roca se vuelve mucho más pequeña y se define un sendero que nos llevará enseguida hasta los 2.900 metros, lugar donde ya encontramos la pared que da acceso al Coll de Molières.

Coll de Molières

En este punto me espero a que estemos los tres reagrupados ya que viene la parte más técnica y expuesta de la ascensión.

Un último esfuerzo

Al principio se va subiendo por un sendero muy vertical por el que hay que ir siguiendo los hitos que lo marcan, aunque en algún punto nos podemos llegar a despistar, como me pasó a mi, pero es tan sencillo como mirar bien y enseguida encontramos los hitos.

Ahora la cosa ya se pone algo más seria


Conforme subimos cada vez se pone más vertical y expuesto, hasta que llegamos al paso clave.

Vamos subiendo sin prisa pero sin pausa

Se trata de un diedro de unos 2-3 metros, con escasas pero muy buenas presas tanto para los pies como para las manos y que no supera el II grado.

Ya casi lo tienes Fernando!!!

Tras superar este diedro ya estamos en Coll de Molières, a 2.936 metros de altura.

Primera dificultad superada

La impresión cuando sacas la cabeza por el collado es impresionante, ya que lo primero que ves es el Macizo de la Maladeta, con el Aneto presidiéndolo todo.

Macizo de la Maladeta

El Aneto impone...

A la derecha tenemos el Cap deth Hóro de Molières, a nuestra izquierda toda la cresta del Tuc de Molières, por la que tendremos que avanzar, y justo en frente, además del Macizo de la Maladeta, el Valle de La Escaleta.


Cap deth Hóro de Molières 2.973 m

Una vez nos hemos deleitado con las vistas, vamos a buscar los hitos que nos llevarán siempre por la cara oeste de la cresta, la cara aragonesa del Tuc de Molières, por un inmenso caos de bloques y que poco a poco nos irá llevando hasta la cima.

Nos pasamos primero al lado aragonés

Y a crestear toca

Al cabo de un rato llegamos a un inmenso hito que nos marca la antecima y donde mucha gente ya no continúa, pensándose que ya es la cima.

Antecima del Tuc de Molières

Pero la auténtica cima se encuentra unos metros más adelante, marcada con un pequeño hito y un vértice geodésico del ICC anclado en la misma roca.

Estanhòts de Molières, Pas del Cavall y Tuc de la Feixa de la Vall

Macizo de la Maladeta



Aquí decidimos pararnos un rato a disfrutar de las vistas, el silencio y la calma que da poder estar en una cima completamente solos.

Aneto 3.404 m

Coll de Molières, Cap Deth Hóro de Molières y por detrás Era Forcanada

Una cosa que no había dicho, se trata del primer 3.000 tanto para Fernando como para Joan, además, es el cumpleaños de Fernando, y que mejor regalo de cumpleaños que poder ascender su primera montaña de más de 3.000 metros.

No podía faltar del "selfie" cimero

Ahora si que nos toca dejar la cima libre para los siguientes que suben, que deben estar al llegar y ellos también tienen derecho a poder disfrutar en soledad de una cima con tan impresionantes vistas.

Ya de vuelta en el collado llega el momento más delicado de toda la ruta, destrepar el diedro de II grado por el que antes habíamos subido.

Es al destrepar que me doy cuenta que me compliqué mucho la vida al subir, ya que ahora veo muchas más presas de las que había visto al subir, por lo que destrepo sin ningún tipo de problema y me quedo esperando para guiar a Fernando y Joan para que no tengan ningún problema.

Ahora ya toca ir destrepando por una zona mucho más sencilla pero no exenta de riesgos, ya que un error aquí se pagaría muy caro, por lo que sin prisa pero sin pausa vamos bajando hasta llegar a la base.

Continuamos descendiendo y deshaciendo nuestros pasos hasta dar de nuevo con el refugio, tras algo más de 4 horas.


Poco a poco vamos dejando atrás la cima


Aquí recogemos nuestras cosas, comemos algo, volvemos a prepararnos las mochilas e intentamos dejar el refugio tal y como nos lo encontramos.

A reponer fuerzas

Una vez listos empezamos a descender por el mismo camino por el que habíamos subido.

Tras llegar a los 2.000 metros decido realizar una parada ya que he dejado muy atrás a Fernando, y sobretodo a Joan, que ya hace mella en él el cansancio de dos días de alta montaña.



En este punto ya nos empiezan a caer unas gotas, muestra de lo que nos esperará en breve, pero por suerte deja de llover, y tras alcanzarme Fernando y estar un rato esperando, nos volvemos a poner en marcha.

Seguimos avanzando, ahora con mucho cuidado ya que el suelo está muy resbaladizo, hasta llegar de nuevo a la cascada de Gotèr de Molières, a 1.860 metros, donde primero destrepo yo para ver como está la bajada para luego dar indicaciones a Fernando y Joan.

En este punto es cuando empieza a llover de verdad, obligándome a ponerme la capelina.

Lo que empezó como una lluvia fuerte se convirtió en una tormenta con granizo y relámpagos, que convirtieron las fuertes cuestas de bajada en auténticos barranquillos por los que no paraba de bajar agua, por lo que nos tocó extremar las precauciones y tomarnos la bajada con mucha calma.

Hasta ranas bajaban por el sendero del agua que caía...

Al llegar a la senda en la Pleta de Molières ya aceleramos el paso para poder llegar al coche lo antes posible.

Y por fin, casi a las 3 de la tarde llegamos al coche, y que casualidad, fue llegar y a los 5 minutos dejar de llover.

Una vez nos cambiamos de ropa, nos metimos en el coche y dimos por finalizada esta estupenda salida.

Han sido dos días irrepetibles que han tenido de todo, senderos, hayas, abetos, pedreras, bloques, trepadas, desptrepes, crestas, lagos y cimas, por no hablar de lo diferenciado en el clima del sábado, un día soleado y cálido, con el domingo, que conforme pasaban las horas se iba volviendo más oscuro, frío y húmedo, pero que aun y así se portó muy bien con nosotros ya que nos permitió hacer cima y pasar por las zonas más delicadas con el suelo seco.

Que no se me olvide felicitar de nuevo a Fernando, tanto por su primer 3.000 como por su cumpleaños, como a Joan, que se han portado como unos auténticos campeones en una ruta muy exigente.

A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:
  • Tipo de ruta: Lineal
  • Dificultad técnica: Media
  • Dificultad física: Media
  • Distancia: 15,18 Km
  • Punto más alto: 3.010 m
  • Punto más bajo: 1.608 m
  • Desnivel positivo: 1.530 m
  • Desnivel negativo: 1.530 m
  • Desnivel acumulado: 3.060 m
  • Cimas ascendidas: 1
  • Tiempo empleado: 1 día 2 horas 32 minutos
  • Tiempo en movimiento: 9 horas 18 minutos
  • Velocidad media: 1,30 Km/h
  • Ritmo: 46:30 min/Km

Os adjunto el track de Wikiloc de la ruta: Matagalls-Montserrat 2016

Saludos!!!

4 comentarios:

  1. Hola David
    Menuda marcheta que llevas!!! jajaja sin parar de subir picos. Toda esta zona es una maravilla, da igual por donde vayas, impresionante y las fotos de tú crónica siguen dando la razón a mi teoría.

    A seguir disfrutando de la montaña

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. Hola Jose,

      Mientras se puede no hay que parar, jajaja.
      Esta semana me he tomado un descanso ya que el tobillo me estaba pidiendo parar ya hace semanas, pero el mono podía más que el sentido común, es lo que tenemos los locos por la montaña.
      Aun no había tenido la posibilidad de ir a esta zona, y te puedeo asegurar que volveré, los paisajes son impresionantes y no está tan masificado como otras zonas.

      Un abrazo.

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  2. Hola David.

    Vaya regalazo de cumple para Fernando, el Tuc de Molières nada más ni nada menos. No hay color, en época estival mucho más atractiva y aventurera la ascensión desde Aran que desde Besurta, que llega a hacerse larga, si subo otra vez a esta cima sin duda será por donde lo habéis hecho vosotros, y además está ese refugio que te permite dividir la ascensión en dos y disfrutar de una noche en el monte. Yo dormí en uno de similares características en Baborte, cuando hicimos la Pica, lo malo de estos refus es que tienes que subir pronto para "reservar" pues si no te puedes quedar en la calle jeje, nosotros aquella vez incluso porteamos una tienda de campaña por si las moscas.
    Tuvisteis suerte que os pillara la tormenta casi abajo y no en la trepada hacia el collado...
    Ese Aneto te mira con ojos lascivos jejeje.

    Un abrazo y a cuidar ese tobillo, que el trail de Montanejos está ahí, a la vuelta de la esquina.

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    1. Hola Dani,

      Ciertamente la ruta es una pasada, y el tener esa trepada expuesta al final le da un toque aventurero muy guapo, por no hablar que el dividirla en dos días hace que disfrutes mucho más.
      El único pero es que al final me quedé con las ganas de haber subido al Cap deth Hóro, pero entre el tiempo que no animaba y que me habría tocado subir solo sin tener muy claro por donde atacaro preferí dejarlo para otra ocasión, así tengo la excusa perfecta para volver.
      Lo del tobillo va mucho mejor, el haber parado este finde me ha ido muy bien.
      Si haces esta vertiente te encantará, además, quitado la última trepada, es una ruta que podéis hacer con Laia sin problemas. Yo tengo ganas de hacer la otra en invierno, que leí tu crónica y tiene muy buena pinta.
      No me hables del Aneto... que tenerlo tan cerquita y no poder catarlo... estuve por llamar al jefe, decirle que me pillaba una semana de vacaciones e irme desde la cima directamente a subirlo... jajaja

      Un abrazo.

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