La Mola, que se engloba dentro del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, con sus 1.104 metros de altura, además de ser el punto más alto de la comarca del Vallès Occidental, es todo un referente del excursionismo de la comarca, principalmente de Sabadell, Terrassa y Castellar del Vallès, siendo su ascensión todo un clásico, ya sea de día como de noche para cenar en el restaurante que encontramos en su cima en el rehabilitado Monestir de Sant Llorenç del Munt.
Es curioso que alguien de la zona no haya subido nunca a La Mola, pero resulta que Txell nunca había subido, por lo que esto no podía quedar así, y por ese motivo nos fuimos a realizar la ascensión, y encima por el sendero clásico y, para mí, más bonito de todos, el Camí dels Monjos.
En esta ocasión, al tenerlo tan cerca de casa decidimos no madrugar mucho, así que nos fuimos en busca del aparcamiento de La Mola en la calle Dalmau de Matadepera, donde dejamos el coche.
Una vez en marcha toca seguir en todo momento las marcas del sendero PR-C 31.
El sendero empieza con un considerable desnivel
Desde un primer momento el sendero es bastante vertical, y mientras avanza al borde algunas casas nos va llevando hacia la base de las paredes de la Roca de les Onze Hores, siempre con la atenta mirada del Cavall Bernat a nuestra izquierda.
Cavall Bernat
Enseguida nos encontramos con un bonito cartel, realizado en azulejos, que nos avisa que estamos empezando el Camí del Monjos, antiguo camino que unía Sant Cugat con Sant Llorenç del Munt y que ahora encontramos balizado con PR-C 31.
Da comienzo el sendero
El sendero avanza por los restos del empedrado original, que ciertamente se encuentra en muy buen estado y por el que es una gozada avanzar mientras se ganan metros.
El empedrado es perfectamente conservado
Enseguida el camino se va poniendo vertical, ganando altura gracias a altos escalones que van sorteando la vegetación y las características rocas de conglomerado de la zona.
Estos escalones nos ayudan a avanzar
Después de un fuerte repecho el sendero nos da una tregua i nos permite ir avanzando bajo el cobijo de impresionantes paredes de la Roca de les Honze Hores y una mezcla de pinos y encinas.
Enseguida llegamos a una consecución de giros que en un fuerte ascenso nos dejan en la base de una canal, completamente empapada y resbaladiza a causa de las lluvias de la noche anterior.
Para evitar los atajos y evitar la erosión encontramos estas vallas de madera
Ahora toca atretar un poco los dientes
La subida por esta corta canal es muy empinada y estrecha, una auténtica gozada se sendero que busca siempre los pasos más lógicos entre las rocas y que culmina con una cortita zona donde según quien puede necesitar ayudarse de las manos.
Si aparezco yo en las fotos y todo!!!
Pequeña zona delicada por la derecha
Esta canal nos deja justo en la loma de la Roca de les Honze Hores, desde donde podemos disfrutar de un bonito mirador natural desde el que podemos divisar gran parte del Vallès Occidental y la Serra de Collserola.
Vistas hacia el Vallès Occidental
¿Que estará mirando Txell?
Pues el Tibidabo
Tras las fotos de rigor el sendero nos lleva en una subida en diagonal por un terreno de conglomerado por el que ganamos metros muy rápidamente, y desde donde si nos giramos hacia atrás podemos disfrutar de las bonitas formaciones que nos regalan Els Plecs del Llibre.
Bonita formación rocosa de Els Plecs del Llibre
Este repecho nos deja el el Plà dels Escorpins, donde realizamos un giro hacia el Norte para continuar por el bonito empedrado.
El sendero continua buscando los pasos más naturales mientras poco a poco los pinos van dejando paso a las encinas.
El sendero avanza por estrechos senderos
Y también por amplias zonas sin apenas vegetación
Tras un rato avanzando por una suave pendiente ascendente, el sendero se vuelve algo más ancho y cómodo de transitar, cosa que nos permite disfrutar de unas bonitas vistas de Montserrat.
En según que sitios el empedrado está realmente bien conservador
Montserrat
Al poco rato de nuevo el sendero se torna más estrecho en el momento que nos adentramos en una zona más boscosa.
Es una gozada caminar por estos bosques
En este punto llegamos a una preciosa zona donde el sendero, de nuevo por una canal, va realizando giros buscando el paso más sencillo y con menos desnivel, ya que es por este sendero por el que suben los burros para llevar los suministros del restaurante.
El empedrado nos va marcando el camino más sencillo
Gracias a e´l ganamos altura con menos esfuerzo
Para los que no seáis de la zona, comentaros que el sendero aun a día de hoy se utiliza para subir suministros con los burros que tienen en el restaurante, ya que es la única manera de llegar hasta la cima, a excepción del helicóptero, pero este solo lleva lo más pesado una o dos veces al mes, por lo que el burro es la única manera de subirlos.
Comentaros que los burros los tienen muy bien cuidados, y el único inconveniente de subirlo todo en ellos es el tener que ir sorteando de vez en cuando las minas que van dejando por el camino.
Volviendo al tema, después de estos giros de nuevo volvemos a perder inclinación, aunque siempre tira hacia arriba, llevándonos a una de las zonas, para mí, más bonitas del recorrido, un ancho empedrado protegido por las encinas, que nos esconden y dejan ver tímidamente por primera vez el Monestir de Sant Llorenç del Munt, pero para no perder la costumbre no todo podía ser tan bonito, ya que me quedé sin batería en la cámara nueva y me tocó hacer el resto de fotos con la antigua.
Esta zona es una delicia
Por fin podemos ver bien el monasterio
Tras este bonito tramo salimos de la zona boscosa y nos damos de lleno con unas vistas impresionantes de la cima.
Montserrat ya nos acompañará hasta la cima
Aquí el sendero se vuelve algo más dócil, pero es solo un espejismo, ya que en breve nos tocará volver a apretar un poquito los dientes.
Con estos senderos, normal que los fines de semana esto parezca una romería
Y efectivamente, tras unos peldaños que nos llevan a realizar un giro a la izquierda nos damos de bruces con una zona preciosa, donde el sendero avanza entre grandes bloques de roca gracias a un precioso y bien conservado empedrado.
Caminar por aquí es una gozada
Una vez pasado este estrechamiento toca realizar un giro a la izquierda donde mediante varios escalones de roca ganaremos altura rápido hasta superar las formaciones que hasta hacía un momento protegían el sendero.
Tras superar este escollo volvemos a poder disfrutar de unas preciosas vistas, genial recompensa para el esfuerzo realizado.
Vistas hacia la zona de Gallifa, por donde iba hace apenas un par de semanas
El Pirineo se nos muestra bien cargado de nieve
En este punto el sendero ya va subiendo de forma más constante mientras observamos como el frondoso bosque por el que habíamos ido se va abriendo poco a poco, debido a los fuertes vientos que en ocasiones soplan en la cima.
En este punto ya podemos ver la cima, a la que accedemos por un último tramo de empedrado que continuamente están restaurando para evitar que se pierda, y hay que decir que hacen muy buen trabajo, ya que por este sendero los fines de semana pasan cientos de personas.
Últimos metros para la cima
Ahora sí, por fin llegamos a la cima de La Mola, lugar donde encontramos la nueva rosa de los vientos que financiamos y colocamos los miembros de la Unió Excursionista de Sabadell mediante donaciones y se sustituía la que destruyeron unos vándalos, por no llamarlos de otra manera...
La Mola (1.104 m)
Las vistas desde aquí son simplemente espectaculares, ya que si bien es ciertoque La Mola se ve desde un montón de sitios en Catalunya, eso hace que desde ella también se puedan observar.
El Montcau con el Pirineo nevado detrás
Serra del Montseny
Montserrat
Vistas hacia el Vallès
Además, en la cima encontramos el antiguo Monestir de Sant Llorenç del Munt, un monasterio de estilo románico del siglo XI excepcionalmente bien conservado debido a su reconstrucción de finales del siglo XIX a mediados del XX y que respetó en todo momento su construcción original.
Ábside de la Esgelsia de Sant Llorenç del Munt
Anexo del Monasterio
Entrada a la iglesia
El monasterio ya no cuenta con monjes, en su lugar, parte las dependencia se han convertido en un restaurante especializado en cocina típica catalana, donde su plato fuerte son la innumerable variedad de diferentes tipos de botifarras y sus excelentes mongetes del ganxet.
Al fondo tenemos la entrada al restaurante y a la derecha unos cómodos bancos en los que esperar que nos toque
Tras dar una vuelta por la cima para que Txell dusfrutara de ella, decimos volver, ya que el viento empezaba a apretar y se nos empezaban a quedar congeladas las manos, por que claro, llevando guantes, por que nos los íbamos a poner...
El descenso lo realizamos por el mismo camino de subida, pero en esta ocasión extremando las precauciones, ya que el terreno estaba muy mojado y resbaladizo.
Tranquilamente y sin prisa disfrutando de la bajada
Y tras un buen rato de baja llegamos de nuevo al coche y podemos dar por finalizado este gran clásico del excursionismo vallesano.
Ha sido todo un placer poder realizar con Txell su primera ascensión a La Mola, de la que ha disfrutado muchísimo y que seguro volveremos a repetir, pero la próxima saliendo antes para así almorzar una rica botifarra en la cima.
A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:
- Tipo de ruta: Lineal
- Dificultad técnica: Fácil
- Dificultad física: Fácil
- Distancia: 5,94 Km
- Punto más alto: 1.104 m
- Punto más bajo: 667 m
- Desnivel positivo: 445m
- Desnivel negativo: 445 m
- Desnivel acumulado: 890 m
- Cimas ascendidas: 1
- Tiempo empleado: 2 horas 58 minutos
- Tiempo en movimiento: 1 horas 32 minutos
- Velocidad media: 1,75 Km/h
- Ritmo: 34:18 min/Km
Os adjunto el track de Wikiloc de la ruta: La Mola por el Camí dels Monjos
Saludos!!!
Hola David.
ResponderEliminarPues no tiene desperdicio alguno esta subida a la Mola por el Camí dels Monjos, sobre todo por ese bonito y tan bien conservado empedrado por el que se hace casi toda la subida, también me han parecido muy bonitos esos tramos de frondoso bosque, que hacen que la humedad de las lluvias aguante bien, aunque luego eso suponga un pequeño problemilla en el descenso. Y que decir de las vistas desde la cima, sensacionales, además con la ventaja, al haber un bar allí arriba, de poder disfrutar de ellas con un cerveza en la mano, aunque viendo el día que pillasteis no estaba la cosa para tener cosas frescas en las manos jajaja.
Un abrazo.
Hola Dani,
EliminarLa verdad es que está muy bien conservado el empedrado original del camino, y siempre si van haciendo trabajos de mantenimiento para que este no se pierda.
El entorno de Sant Llorenç del Munt es impresionante, por algo es un parque natural, y encima a 10-15 minutos de casa, toda una gozada.
La birra en la cima es lo suyo, aunque con el fría que hacía..., ahunque siempre uno se puede hacer una buenta botifarra amb mongetes para calentarse un poco, siempre bien regada por una cerveza bien fresquita.
Un abrazo.
Hola David!
ResponderEliminarSi que és fort que no hi hagi anat abans. A vegades no valores el que tens al costat de casa. Va ser una ruta molt tipica i amb molt de vent. Hi hem de tornar per menjar a allà. Tot i que un dels nostres projectes ja saps que és anar-hi de nit; també ha de ser molt maco.
Petons!!
Hola Txell!!!
EliminarAra ja no pots dir que mai has pujat a la Mola.
Hem d'anar a menjar a la Mola, tant de dia com de nit, així ja tenim l'excusa per pujar dues vegades més.
Petons!!!
Hola David.
ResponderEliminarQue peculiar esta Mola con el Monestir en su cima, y cuando has dicho que no hay carretera para subir arriba, y solo senda, me ha entrado mucho más esta ruta, y mira que la senda con ese empedraos, esos tipo arbolado según subes, y por fin las vistas, tiene un poco de todo para hacer un bonito día de senderismo. Ah bueno y las cervezas allí arriba, eso si es buen colofón.
Un abrazo.
Hola Toni,
EliminarPues a ti que te gusta tanto descubrir senderos nuevos disfrutarías mucho en La Mola, ya que el camí dels Monjos es solo uno de los senderos que suben, ya que hay infinidad de senderos y variantes que te permiten que cada subida que realizes sea diferente, yo habré subido a su cima por 3-4 rutas diferentes, si bien es cierto que el tramo final el común para todos os senderos.
En esta ocasión no hubo cerveza en la cima ya que hacía mucho frío, pero te aseguro que la próxima vez que suba si que la habrá.
Un abrazo.