lunes, 4 de septiembre de 2017

Ascensión al Aneto


Si existe una cima que todo montañero en algún momento de su vida ha querido subir, esta es sin dudas el techo del Pirineo, el Aneto, con sus 3.404 metros de altura, habiendo tenido que pasar previamente el famoso y peligroso Paso de Mahoma, que hace de juez, y por desgracia en ocasiones de verdugo, de los que serán capaces o no de llegar a su cima.

Son las 5 de la mañana del martes cuando suena el despertador, y en esta ocasión nos levantamos todos como si lleváramos un resorte para ir a desayunar a la sala común lo antes posible, y es que la ruta de hoy va a ser la más dura y esperada de todas las que íbamos a realizar durante la semana, la tan deseada ascensión al Aneto.

Tras el desayuno, aun bajo la oscuridad de la noche, nos ponemos los frontales y empezamos el ascenso por un sendero bien marcado y que bien pronto se pone muy duro.


Poco a poco las primeras luces del alba nos saludan y nos permiten ver la inmensidad de las montañas en las que nos estamos moviendo.

Tuca de Paderna, y algo más escondida, la Tuca Blanca de Paderna

El sendero enseguida nos lleva a un inmenso coas de bloques por el que se hace muy laborioso el avanzar, por lo que tenemos que ir parándonos continuamente para seguir el camino correcto, momento en le que aprovechamos para disfrutar de las vistas.


Vamos ganando altura, los Ibones de Paderna ya quedan muy abajo

Al rato encontramos una zona donde nos detenemos para comer algo, y es en ese momento donde conocemos a una pareja muy maja, Adri y Regina, que nos acompañarán durante gran parte del día.

Impresionante caos de rocas


Que bien sienta comer algo tras el esfuerzo

De nuevo en marcha encontramos algunas marcas rojas que en principio nos han de llevar por el buen camino, pero se van perdiendo, y el hecho de que haya infinidad de hitos, entiendo que puestos para realizar la ruta en invierno, hace que perdamos la buena dirección continuamente.

A seguir toca

Siguiendo con la ascensión por el pedregal y enseguida nos topamos con el Portillón Inferior.

Portillón Inferior

Toca Blanca de Paderna, Tuqueta Blanca de Paderna, Tuca de Paderna, y detras Salvaguarda

Siguiendo unos hitos nos topamos con la primera incidencia del día, y es que ya era raro que aun no nos hubiera pasado nada, resulta que nos pasamos de largo el Portillón Superior y seguimos subiendo hacia la cresta que nos llevaría al Pico de la Maladeta.

Por suerte nos dimos cuenta pronto gracias al altímetro y pudimos dar media vuelta en busca del camino correcto, pero eso sí, no desaprovechamos la oportunidad de hacer las primeras fotos del día del Aneto.

Aprovechando para hacer fotos

Forcanada, Cap de Hòro deth Molières y Tuc de Molières

Por fin podemos ver el Aneto

Tras descender enseguida nos topamos con el Portillón Superior, una espectacular brecha que nos permite pasar a la otra vertiente de la Crencha de los Portillones y poder ver ya en toda su esplendor el Aneto y su glaciar.

Tuca de Salvaguardia y Tuca de la Mina


Impresionante panorámica de Jose

Ahora nos toca descender unos metros por un vertical sendero que va bien pegado a las paredes y que enseguida nos deja en al lado del primero de los neveros del día, lugar donde volvemos a realizar una parada para comer alguna cosa.


Impresionante la Cresncha de los Portillones vista desde aquí

El camino ahora discurre entre neveros y grandes bloques que debemos ir sorteando mientras intentamos seguir las huellas y los hitos, un terreno muy agotador y en le que tenemos que extremar las precauciones con tal de no meter el pie en un agujero.

Ya podemos ver el glaciar entero

Un rato de piedras...

Otro de nieve...


Tras un buen rato de esfuerzo por fin llegamos al inicio del Glaciar del Aneto, siendo ya 5 personas en el grupo, pues Adri y Regina ya se habían unido a nosotros.

La Forcanada y el Tuc de Molières nos vigilan en la lejanía

Aquí tocó ponernos los crampones, pero no fue necesario aun coger el piolet, ya que la inclinación en esta primera parte era muy suave.


Ayudando a Jose con los crampones

Julio, con su estilo retro auténtico, botas de cuero y calcetines a modo de polainas

Ya con el material colocado empezamos a caminar primero por una zona de nieve bastante transformada por la que era muy sencillo avanzar sin problemas, ideal para que Julio, que nunca se había puesto unos crampones, empezara a acostumbrarse a ellos.

Ahora pisaremos nieve durante un buen rato

Enseguida nos encontramos con la primera zona de hielo y se nota, ya que aquí los crampones hay que clavarlos bien, pero la hacer bastante calor no hay mucho problema en hacerlo.

Primera zona de hielo

Impresionante mar de nubes que nos acompañó toda la jornada

Continuamos avanzando y poco a poco la inclinación de la ladera va en aumento, por lo que doy el aviso de que saquen los piolets antes de que la cosa vaya a más y sea más complicado realizar la operación.


Yo también salgo en las fotos de vez en cuando...

Foto de grupo

Mientras vamos avanzando por nieve la cosa se inclina más, hasta llegar a una nueva zona de hielo, mucho más grande y vertical, para mí, la zona más delicada de toda la ascensión, casi al mismo nivel del Paso de Mahoma.

El paso más delicado del glaciar

En este punto nos toca avanzar con paso seguro y sin vacilar, clavando bien los pinchos y estando atentos por un resbalón nos obliga a reaccionar rápido.

Tras el hielo volvemos a pisar de nuevo nieve mientras la inclinación de la ladera vuelve a suavizarse mientras nos acercamos al Collado de Coronas.

La cima cada vez más cerca

Ya estamos en el Collado de Coronas, a 3.201 metros de altura, momento ideal para descansar un poco, reagruparnos y observar por donde nos va a tocar seguir.

Collado de Coronas

Jose, Julio, Adri y Regina


Primero nos tocará rodear la Punta Oliveras siguiendo la huella que la rodea y nos dirige hasta una zona de rocas.

La huella está muy marcada


A la derecha se intuye la Tuca d'Aiguallut

Tras llegar a la zona de rocas nos topamos con una zona de terreno mixto en el que habrá que realizar una pequeñita trepada buscando las gritas de la roca para meter en ellas las puntas de los crampones, una zona la mar de divertida y disfrutona.

Pico de Coronas

En este punto fue donde Julio encontró la mayor dificultad, protagonizando el momento gracioso de la jornado, quedándose bocabajo y sin poder avanzar ni retroceder, y fue gracias a Jose y Adri que pudo salir del atolladero, fue por eso que decidimos bautizar la zona como el Paso de Julio.

Julio saliendo del Paso de Julio

Tras el Paso de Julio nos topamos con una rampa muy inclinada que nos deja en un pequeño collado que separa la Punta Oliveras de la cumbre del Aneto, lugar donde ya dejaremos de ver nieve, por lo que nos tomamos un descanso mientras nos quitamos los crampones.



Punta Oliveras

En este punto decidimos dejar todo el material duro y emprender el ataque a cima sólo con las mochilas, con tal de ir más ligeros y cómodos.

El sendero va ascendiendo ahora realizando varias lazadas entre las rocas y varios neveros residuales mientras ganamos altura muy rápidamente.

A los pocos minutos ya nos encontramos en la antecima del Anteo, justo con el famoso Paso de Mahoma delante.

Pico de Coronas y Pico Maldito

Tuca de Barrancs y Tuca de Ixalenques

Paso de Mahoma

En este punto toca decidir si pasar o no pasar, momento en el que nos adelantan un grupo de chavales de Madrid, por lo que nos irán marcando el camino.

Sin pensármelo mucho me quito la mochila y tiro yo el primero, con Jose justo detrás. Tras Jose iban Julio, Regina y Adri, pero Julio no lo veía claro, así que hizo lo más inteligente, darse media vuelta antes de meterse en el lio, al igual que Regina y Adri, que decidieron quedarse con él.

Antecima sin casi mochilas, por suerte había muy poca gente

Ya en el Paso de Mahoma se va avanzando sin prisa pero sin pausa, por una estrecha y muy aérea arista que impresiona muchísimo pero que tiene muy buenos agarres en todo momento, teniendo que pasar en algún punto a horcajas o gateando, un paso  en le que si no se hace el tonto y se tiene cabeza, es muy difícil que te pase algo.

Saludando después de pasar el Paso de Mahoma

Ahora sí, tras pasar el Paso de Mahoma por fin llegamos a la amplia cima del Aneto, que con sus 3.404 metros es la cima del Pirineo, segunda cima más alta de la Península Ibérica y tercera de España.

Aneto - 3.404 metros

Las sensaciones des aquí son mágicas, en entrono, la gente abrazándose, el paisaje, la compañía, todo se funde en un instante que quedará marcado a fuego en mi memoria para siempre.

Ibones de Coronas y Pico de Aragüells

Crencha de Llosás


No podía faltar la foto cimera de grupo

Aquí nos estamos un buen rato haciendo fotos, haciendo fotos al resto de gente, y sobretodo disfrutando del haber podido ascender una cima tan mítica y mágica como es el Aneto.

Estas panorámicas me encantan

Tras haber disfrutado de la cima toca volver a pasar el Paso de Mahoma, pero nos tocará esperar un poquito ya que justo cuando íbamos a empezar a pasarlo empezaron tres personas y preferimos esperar que pasaran ellas para no cruzarnos a mitad de camino.

La vuelta es algo más delicada que la ida, ya que hay algún destrepe en el que hay que extremar las precauciones, pero que con cuidado pasamos sin problemas.

Gif hecho con las fotos que nos hizo Julio mientras pasábamos

De nuevo en la antecima nos unimos al resto de compañeros y emprendemos el descenso hasta el punto donde habíamos dejado el material duro.

Justo antes de ponernos los crampones observo que hay gente en la cima de la Punta Oliveras, por lo que por un momento se me pasa por la cabeza subirla, ya que está justo al lado, pero al final como no voy solo decido desistir, que además aun nos queda un buen tute de bajada.

Para el descenso, en lugar de ir por el mismo camino decidimos ir en busca del Ibón del Salterillo.

Ahora nos tocará empezar a trazar una diagonal siguiendo una huella muy marcada, ya que suele ser la ruta que realiza casi todo el mundo al regreso.

Por esa huella nos tocará descender


La primera pala es muy vertical, pero entre que la nieve ya estaba muy blanda y que la inclinación iba a menos resultó ser un descenso muy divertido y disfrutón.

Que pala más divertida, y eso que iba sin esquís...

Julio, y sobretodo Jose, que tenía probelmas con los crampones iban muy lentos, y al tener que coger Regina y Adri el bus en La Besurta , nos despedimos de ellos que aceleraron el paso.


Jose y Julio bajando con mucho cuidado

Llegando al final de la lengua del glaciar empezamos encontrarnos con terreno mixto de roca y hielo, por lo que aun no nos quitamos los crampones.


Julio echando la vista atrás mientras se despide del Aneto

Se merece un primer plano


Llegando a una gran losa con un gran hito llegamos al final del glaciar, por lo que toca quitarse los crampones y continuar el descenso.

Toca quitarse los pinchos

En este punto, en lugar de seguir los hitos, decidimos tirar por la derecha para ir a buscar de una forma más directa el ibón, ya que según nuestro track por allí pasaba un sendero diferente que era algo más directo.


Ibón de Salterillo con el Plan d'Aigualluts al fondo

Tras un buen rato teniendo que intuir por donde bajar y tener que dar algún pequeño rodeo para evitar algún fuerte desnivel, llegamos a coger el sendero marcado con hitos, cosa que nos permite acelerar el descenso.

Al rato llegamos por fin al Ibón del Salterillo, un bonito y verde enclave donde nos volvimos a encontrar a Regina y Adri, que se estaban refrescando los pies en el agua, por lo que ahora éramos nosotros los que los adelantábamos.

Ibón de Salterillo



Ahora iremos siguiendo un sendero muy marcado que nos va haciendo perder cota de forma rápida pero bastante suave mientras nos ofrece unas impresionantes vistas del Plan d'Aigualluts.

Un poco de sendero después de tanta roca es de agradecer

Es una gozada caminar por estos parajes


Durante la baja Adri y Regina nos vuelven a adelantar, por lo que aprovechamos para despedirnos de ellos por última vez.

Tras un buen rato descendiendo, justo cuando podemos ver bien el Plan d'Aigualluts nos topamos con el GR-11.5 y tendremos que realizar un giro a la derecha para seguirlo.

Forau d'Aigualluts

Tras el giro nos tocará empezar un corto pero duro ascenso, que tras el tute de todo el días se nos hace bastante costoso.

Esta subida enseguida nos deja en el Collado de La Renclusa.

Llegando al collado

Collado de La Renclusa - 2.281 metros

Desde este punto ya solo nos queda ir siguiendo el sendero por una fuerte bajada que nos deja a los pocos minutos en el refugio de La Renclusa, nuestro punto de partida.

Lástima del dedo...

Refugio de La Renclusa

Como no podía ser de otra manera, tras la ducha tocó la cervecita de rigor para celebrar que habíamos hecho cima y regresado todos bien del gran Aneto.

Tras haber acabado la ruta puedo decir que ha sido una experiencia inolvidable compartida con dos buenos amigos y que demuestra que la montaña es de las mejores cosas que hay en la vida, donde dos grupos de personas completamente desconocidas pueden compartir vivencias, y durante el tiempo que dura la ascensión, compartirlo todo y ayudarse mutuamente.

A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:
  • Tipo de ruta: Circular
  • Dificultad técnica: Media
  • Dificultad física: Difícil
  • Distancia: 11,42 Km
  • Punto más alto: 3.404 m
  • Punto más bajo: 2.140 m
  • Desnivel positivo: 1.425 m
  • Desnivel negativo: 1.425 m
  • Desnivel acumulado: 2.850 m
  • Cimas ascendidas: 1
  • Tiempo empleado: 11 horas 33 minutos
  • Tiempo en movimiento: 10 horas 11 minutos
  • Velocidad media: 0,99 Km/h
  • Ritmo: 60:44 min/Km

Os adjunto el track de Wikiloc de la ruta: Acensión al Aneto

Saludos!!!

10 comentarios:

  1. Hola David!
    Una crónica molt emotiva, per qui ho llegeix és com si hagués vingut amb tu. Les fotos són molt maques (està bé que surtis en alguna foto!!) i el GIF també :).
    Com m'hagués agradat poder-te acompanyar però quin nivell que tens!!
    I ara a preparar-se pel proper repte!

    PETONS!

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    1. Hola Txell!!!

      Amb un entorn com aquest, imposible no fer bones fotos.
      El nivell s'agafa poc a poc i practicant, amb ganes, no hi ha res impossible.

      Petons!!!

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  2. Bravo David! L'enhorabona per guanyar el sostre. Jo vaig fer la mateixa ruta però sense el pas de mahoma, anava amb la dona, ella no va decidir arriscar i jo em vaig quedar amb ella. Hi tornare!
    M'ha agradat molt el report, em faig una bona idea de lo futuda q esta la glacera, no en tenia referencies sobre terreny... La circular es una passada, un dia sencer q mai s'oblidarà!
    Moltes felicitats i gracies pel aquest report tant intens d'emocions!

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    1. Moltes gràcies Carles!!!

      Com no vas fer el Pas de Mahoma ja tens l'excusa per tornar... jejeje
      La veritat es que la glacera cada cop te pitjor pinta, a aquest pas no crec que triguem gaires anys a veure-la desaparèixer.
      Val la pena fer la ruta circular, es un dia sencer molt dur però que val moltisim la pena per les impresionants vistes.

      Salud i montanya!!!

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  3. Hola David.

    Gran crónica, a la altura de una montaña como el Aneto. Por un lado me he alegrado de veros cruzar con tanta soltura el Puente de Mahoma y luego en la cima, pero por otro me ha entristecido un poco al ver lo menguado que está ese glaciar, a este paso, el día que suba yo al Aneto, si lo logro subir algún día, ya no existirá.
    He visto que también conoces los famosos y gigantescos bloques de granito que hay en buena parte de la ruta, jejeje, nosotros batallamos con ellos bajo una espesa niebla, la segunda vez que intentamos subir, precisamente ese día, y entre bloque y bloque, y a raíz de lo que comentas lo de conocer a gente en la montaña, nosotros conocimos a Luis, el vasco, creo que te he hablado alguna vez de él, con el que luego hice algunas cositas bonitas en la montaña.
    También veo que no falto tu habitual "liada" jajaja, pues ya puestos haber seguido la cresta hasta la Maladeta y luego de allí al Aneto y los dos de una tacada jajaja.
    Bueno, no me enrollo más, enhorabuena por haber hollado el techo pirenaico ;-).
    Ahora esperaremos esa crónica del Posets y vuestro encuentro con los amigos de Benicalap.

    Un abrazo.

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    1. Hola Dani,

      Si yo pase así el Paso de Mahoma, tu lo pasarás con los ojos cerrados, es mucho más fácil de lo que parece, pero eso si, acojona un montón.
      Lo del glaciar, tal y como hemos comentado con Carles, es una pena el estado en el que se encuentra, a este paso no le quedan muchos años de vida.
      Los bloques... no me hables de los piiiiip bloques... jajaja, pues solo nos faltaba eso, haber subido hasta la Maladeta... jajaja
      Ciertamente, en la montaña siempre se conoce gente genial, por qué quieras que no, entre locos nos entendemos... jajaja
      Para la crónica del Posets aun habrá que esperar, que entre medias aun falta alguna más, jejeje.

      Un abrazo.

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  4. Hola David
    Enhorabuena!!!! Aneto, palabras mayores, cierto que para un montañero como tú, esta cima era casi que imprescindinle. Si te decuidas haces un dos en uno Maladetas y Aneto...casi nada jajaja.

    Seguro que tardarás tiempo en olvidarla, nosotros ya hace cinco años de aquel dia señalado en nuestra agenda montañera y seguimos acordándonos, seguro que a tí te pasará lo mismo. Repito enhorabuena por esta grande y bonita cima.
    Ahora en los Pirineos ya no podrás estar mas alto jajaja.

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. Hola Jose,

      Muchas gracias.
      El Aneto es de esas cimas que cualquier montañero quiere hacer por lo menos una vez en la vida.
      Ya lo que habría faltado, añadir el Maladeta, los compañeros me matan... jajaja
      Si ya de normal siempre me acuerdo de todas las cimas que he ascendido, ya no te digo de una tan señalada como el Aneto.
      Ahora a seguir buscando nuevos retos, que si todo va bien, en unos meses el Toubkal nos espera, y así poder superar la barrera de los 4.000 metros.

      Un abrazo.

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  5. ¡Hola, David! Enhorabuena por la hazaña. Desde luego una aventura inolvidable y fabulosa que marca una antes y un después.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Emilio!

      Ciertamente, esta ascensión al Aneto permanecerá por siempre en mi memoria, el poder llegar al techo del Pirineo es algo para recordar, y más si lo puedes compartir con bueno compañeros.

      Un abrazo.

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