El sábado 22 de Junio estuvimos realizando los barrancos de Cueva Cabrito y Estrechos de Balced.
Que mejor manera de celebrar mi cumpleaños que un día de barranqueo con los colegas, así que nos levantamos temprano, desayunamos algo y nos preparamos para coger los coches, no sin antes preguntar como estaban los caudales de los dos barrancos, ya que a principio de semana hubo fuertes lluvias por toda la zona de Huesca, y nos dijeron que los dos iban bien de caudal y que se podían hacer sin ningún problema.
A eso de las 11 llegamos al parquing de acceso, en la carretera HU-341, entre los kilómetros 8 y 9, justo debajo de una gran encina.
Nos empezamos a preparar y nos dirigimos hacia el primero de los barrancos, Cueva Cabrito.
Para no perder la costumbre, nos liamos con el acceso, y nos pasamos primero el desvío que hay a la izquierda, justo después de pasar la vaya y justo antes de la granja, y luego directamente nos pasamos el barranco, que lo cruzamos en lugar de bajar directamente por el cauce, pero bueno, en nuestra línea.
Ya una vez en el cauce, fuimos bajando hasta encontrar el primero de los rapeles. Nada más empezar ya vimos que llevaba algo de agua, algo no muy normal en este barranco, que suele ir seco.
El primero es un rappel de 6 metros con una salida muy limpia y fácil.
Justo después, nos encontramos con otro de 15 metros en el que pudimos estrenar la cuerda nueva de Gabi. En esta ocasión te deja en una pequeña badina, pero este no es el final del rappel, ya que se tiene que sobrepasar y seguir descendiendo unos metros más.
A continuación tenemos otro rappel de 5 metros.
Justo después continuamos caminando unos metros para encontrarnos con un destrepe y un pequeño rappel de 3 metros.
Seguimos avanzando y nos encontramos con un rappel de 7 metros seguido de otro de 6, y que en esta ocasión, decidimos montar el rappel para descenderlo con la cuerda en simple.
Seguimos avanzando mientras se va encañonando más, hasta llegar a un punto donde nos encontramos la reunión del rappel, unos metros pasado el agujero, justo encima de una badina, por lo que tenemos que ir en oposición hasta llegar a la instalación.
Se trata de un rappel de unos 12 metros, bastante técnico, que se va encajonando y alejando de la instalación, sin tener nada más que las paredes laterales para descender, polo que se tiene que ir bajando en oposición y con mucho cuidado hasta pasar la pequeña badina que hay justo a la mitad, para una vez superada, ya podemos realizar el rappel con normalidad.
Aquí ya entramos en una zona de oscuros espectacular, que nos da la bienvenida con un rappel de 8 metros.
Seguimos avanzando y enseguida se abre para llevarnos a una increíble sala ya abierta donde el contraste de luces y sombras es espectacular donde decidimos realizar una parada para comer alguna barrita de cereales y beber algo de agua.
Ya con energías renovadas, seguimos adelante hasta una zona muy estrecha pero ya al aire, que va siguiendo el cauce.
Justo al final de esta zona abierta, nos encontramos con un rappel de 5 metros.
Seguimos avanzando por el cauce, que por momentos se cerraba, pero que se vuelve a abrir.
Cuando se empieza a cerrar otra vez, enseguida encontramos un nuevo rappel de 3 metros que nos vuelve a conducir a una zona de oscuros.
Seguimos avanzando hasta un nuevo rappel de 7 metros.
Aquí se va abriendo una vez más hasta llegar a una gran sala interior por donde nos entra gran cantidad de luz y donde encontramos el último rappel, de 6 metros, justo a la derecha.
Una vez aquí, seguimos avanzando hasta que se vuelve a estrechar una vez más y justo se abre en el río Balced.
Aquí paramos un rato a descansar y a quitarnos las bajas de anclaje y los ochos para empezar el descenso del Estrechos de Balced.
En ese momento ya observamos que el agua iba fuerte, pero al comentarnos los guías del camping que se podía hacer sin problemas, empezamos el descenso.
Al principio los toboganes eran muy divertidos, pero poco a poco nos dimos cuenta que el agua cada vez cogía más fuerza, y fue al ver la primera lavadora peligrosa, cuando nos dimos cuenta del berenjenal en el que nos habíamos metido.
Aquí ya decidimos parar las cámaras, ya que la cosa ya no era de broma.
Las lavadoras más peligrosas las fuimos pasando o por los laterales, o si no se podía y las paredes estaban cerda, en oposición, pero hubo algunas, como en el caso de una zona estrecha en la que había un tronco cruzado, que no se podía pasar en oposición, por lo que íbamos bajando con muchísimo cuidado para que no se nos llevara la corriente.
El otro problema lo tuvimos en que el barranco era mucho más largo de lo que nos habían dicho, por lo que los ánimos de la gente empezaban a decaer.
No fue hasta casi las 8 de la tarde, ya con el sol que empezaba a bajar, que encontramos por fin el escape a la derecha, con el consiguiente subidón de, por fin, poder salir de allí sin haber tenido ningún percance.
Después nos quedaban 8 kilómetros de subida hasta el parquing, aunque por suerte, unos chicos que volvían de hacer el Formiga, y a falta de poco más de kilómetro y medio, se pararon y nos acercaron a Gabi y a mi a los coches para que pudiéramos bajar a recogerlos. De parte de Las Grullas queremos agradecerles que nos acercaran. Si por casualidad leéis este blog, muchas gracias!!
Ya en el camping, destrozados, fuimos a comer al bar, donde nos tomamos unas buenas jarras de cerveza y cenamos de maravilla. Tengo que indicar que la camarera que nos atendió era muy simpática y se lo curró mucho, por lo que se llevó la propina de rigor.
La verdad es que fue una manera un poco especial de celebrar mi 33 cumpleaños, con diversión y tensión por partes iguales.
Saludos!!!
Que aventurilla David; cierto es que el descenso con agua se veía peliagudo y en esos casos como tu dices se guarda la cámara y a centrarse en la faena.
ResponderEliminarBonito el barranco de la Cueva del Cabrito, bastante encajado y fotogénico.
Ya veo que no paras, a seguir así este verano.
Saludos
Hola Javi!!!
EliminarNo hay que parar nunca!!! jajajaj
La verdad es que la cosa se complicó bastante, pero por suerte, no pasó nada.
El barranco de Cueva Cabrito es una pasada, sobretodo en las zonas de oscuros, con unos juegos de luces impresionantes.
A ver si este verano hacemos alguna vía.
Saludos!!!